El renting es un alquiler de vehículo a largo plazo que incluye ciertos servicios que el propietario del coche debe garantizar y de los que el arrendatario puede despreocuparse.
Si estás pensando en comprar un coche vale la pena que tengas en cuenta esta opción que, tradicionalmente, siempre se ha destinado a autónomos y empresas pero que, cada vez más, se está asentando entre los particulares.
¿Qué ventajas tiene el renting frente a la adquisición de un vehículo? Principalmente que el conductor se despreocupa de pasar revisiones al vehículo, de pagar el seguro y averías, del cambio de neumáticos… disfrutando de asistencia en carretera, coche de sustitución, combustible a precios especiales y menor tiempo de espera en taller y citas previas. Y cuando el periodo de renting finaliza (suele durar entre 3 y 4 años), existen 3 opciones: cambiarlo y firmar un nuevo contrato de renting para otro modelo, quedarte el vehículo pagando el valor que tenga en ese momento o devolver el coche.
Además, otra de las ventajas del renting es que siempre conduces un coche nuevo, moderno y muy equipado. Pero el renting también conlleva algunas condiciones que el conductor debe cumplir a raja tabla:
– No puedes incumplir el contrato, sino deberás pagar una penalización por cancelación anticipada.
– Hay que llevar el vehículo siempre a un taller concertado por la compañía de seguros.
– No puedes pasar el kilometraje anual establecido por contrato, de lo contrario deberás hacer frente a una penalización económica.
